dia11.jpg

Hoy nos enfocaremos en el amor de Dios. La forma en que podemos crecer en nuestro amor por Dios y los demás, es entendiendo Su amor por nosotros. El amor de Dios es infinito y viene gratuitamente sin ninguna condición; Él nos ama sin importar lo que hayamos hecho o dejado de hacer. Cuando te enfocas en el amor de Dios, su gozo y paz te rodean.
Aquello en lo que te enfoques dirigirá tus sentimientos. Por eso es tan importante centrarse en la bondad de Dios a través de Su Palabra. Cuando te concentras en tus errores y pecados, terminas sintiéndote condenado.
Es muy importante que te asegures de no caer en la trampa del rendimiento. Si pones tu enfoque en desempeñarte bien, te sentirás orgulloso por tu buen rendimiento; por otro lado, si no te desempeñas bien, entonces tu fruto será la condenación. De cualquier manera, el fruto de tener una relación basada en el desempeño y en el rendimiento es una situación en la que todos pierden. Si tratamos de acercarnos a Dios basándonos en nuestro desempeño, ¿adivina qué?, nunca serás lo suficientemente bueno. Ninguno de nosotros podría ser tan bueno; solo Jesús pudo hacer eso. Por eso tenemos que enfocarnos en el amor de Dios por nosotros. Asegúrate de meditar con regularidad en versículos que te ayuden a concentrarte en el amor de Dios. Hoy sé intencional en enfocarte en el amor de Dios por ti y pídele que te dé una nueva y fresca revelación de cuán grande es Su amor por ti.

1 Juan 4:19 (NTV)
Nos amamos unos a otros, porque Él nos amó primero. Puedes leer el capítulo completo.